La conservación adecuada del brócoli es de vital importancia debido a los numerosos beneficios que nos aporta este producto. Al mantener el brócoli en condiciones óptimas, aseguramos que sus nutrientes, vitaminas y antioxidantes se mantengan intactos hasta el momento de su consumo. Aquí compartimos algunos consejos sobre cómo conservar el brócoli en casa:
- Almacenamiento en el refrigerador: El brócoli es sensible al calor y a la humedad, por lo que es mejor almacenarlo en el refrigerador. Antes de guardarlo, asegúrate de que esté seco. Envuelve el brócoli en una bolsa de plástico o en papel de cocina y colócalo en el cajón de verduras del refrigerador. Asegúrate de que no esté expuesto directamente al aire frío, ya que esto puede deshidratarlo rápidamente.
- No laves antes de almacenar: Es recomendable no lavar el brócoli antes de guardarlo en el refrigerador, ya que el exceso de humedad puede acelerar su deterioro. Lávalo justo antes de su uso.
- Separar las partes: Si el brócoli viene con hojas verdes, es mejor separarlas del tallo principal. Las hojas suelen descomponerse más rápido, por lo que retirarlas puede ayudar a mantener el brócoli fresco durante más tiempo.
- Duración del almacenamiento: El brócoli fresco puede mantenerse en el refrigerador durante aproximadamente una semana. Sin embargo, es mejor consumirlo lo antes posible para asegurarte de aprovechar todos sus nutrientes y sabor.
- Congelación: Si tienes brócoli extra y deseas conservarlo por más tiempo, puedes congelarlo. Primero, blanquéalo sumergiéndolo en agua hirviendo durante 2-3 minutos y luego sumérgelo en agua fría para detener la cocción. Escurre bien el brócoli y colócalo en bolsas o recipientes aptos para congelador. Consúmelo dentro de los 6 primeros meses para mantener su calidad.